lunes, 31 de octubre de 2011

31 de octubre de 2011


Abracé mi árbol tres veces, en tres días consecutivos. El primer día, no mejoré; el segundo, imploré más fuerte; y el tercero, por fin mis náuseas  desaparecieron.

Descubrí que tu ex novia tenía un blog, y lo leí. Era un diario que escribió mientras estaba contigo. Hablaba poco de ti, lo justo para que yo me diera cuenta que le habías prometido lo mismo que a mi. Cuando la dejaste, se preguntó por qué todas esas promesas habían perdido el sentido. También yo me lo pregunté.

También, describe con miedo un día en que creyó vernos por la calle. Se refiere a mi como la “furcia” que te acompañaba.

Me lo tomé bien. Comprendí que tengo la humildad necesaria como para reconocer que soy igual que ella. Igual que todas las personas que alguna vez han tenido un corazón roto y han sufrido.

Pasé un buen fin de semana, intentando dar amor a los míos, pero hoy he dado un paso atrás. Las náuseas han vuelto y estoy muy desequilibrada. Por unos días entendí que no era tan difícil aceptar que no me quisieras, porque por lo menos yo había intentado el amor incondicional.

Por eso no he conseguido escribir, porque no puedo ordenar mis pensamientos. Me siento tan vacía, sin ilusión, y sin que lo único que me hacía ilusionarme, que era empezar de nuevo en Miami, se realice, que se me han acabado las palabras de aliento. Ahora tú eres el menor de mis problemas.

Lo entiendo: es la carta de la torre fulminada. Sé que mi vida está cambiando en muchos sentidos, pero aún no hay camino para mí. Todo el mundo se empeña en que sea realista: que me has dejado, pues no importa, ya vendrá otro; que lo de Miami todavía no ha salido, pues ya saldrá; ¿cuál es el problema?

El problema es que yo no soy realista; soy una persona que cree que si deseas algo intensamente, el Universo conspira para dártelo. Y ahora, cuando más desesperada estoy, no está sucediendo.

Bueno, tengo dos opciones: ser realista y asumir que lo que quiero puede no ocurrir; o rezar para que ocurra.

La vida y el tiempo te hacen convivir con la primera; la segunda, depende de la fe de cada uno de nosotros. Si esto es lo que queda de mi mundo de fantasía, no pierdo nada por seguir intentándolo. Al fin y al cabo, si no lo hiciera, no sería yo.

martes, 25 de octubre de 2011

25 de octubre de 2011

Hace un año que me fui de casa de mis padres. Estaba contenta, me había independizado, tenía un trabajo que me encantaba, estaba sumergida en un proyecto de trabajo internacional, había conocido al hombre de mis sueños…sólo tenía que luchar por llevarlo todo a buen fin.

Reformé mi casa y quedó preciosa, logré buenos resultados en el trabajo, una buena puntuación en el máster que me abrió las puertas de Miami, y conseguí a mi chico. Había conocido el poder del Secreto.

Hace 5 semanas que dejé mi trabajo en pausa por este proyecto, busqué un piso y un coche en Miami, mi pareja me dejó a mí, y aún no tengo los papeles para ir a Miami. La Organización ha metido la pata y, cuando más necesitaba empezar una nueva vida para olvidarte, estoy atrancada en lo único que me queda: mi casa.

Parece que la buena racha ha terminado, que me han echado un mal de ojo, o que mi buena suerte ha devenido en mala. No se que ha ocurrido. Yo sigo siendo la misma pero, ¿me habrá cambiado el aura? Parece que el Universo está poniendo mi voluntad a prueba. Tuve que preguntar a mi padre que, aunque es un hombre distante, es la persona más lista que conozco. Una vez se interesó por la búsqueda espiritual, pero dice que la edad le ha vuelto más práctico. Dice que ha dejado de esperar, pero yo sé que, en el fondo, tiene miedo a admitir que también cree en estas cosas. Le he pedido que recordase como, cuando era pequeña y me sentía mal, me ponía una mano en la frente y me pasaba su buena energía. Siempre me hacía sentir bien de inmediato.

Le he contado que había sido un año muy intenso, con muchas alegrías, y fuertes decepciones, y que llevaba tiempo sintiendo ese “mal presentimiento” todos los días. Mi “Maestro” me ha pedido que busque un árbol y que, cuando lo encuentre, lo abrace con fuerza. Así estaré en consonancia con la naturaleza y con la vida que crece en la Tierra.

Sí, sigo con mi búsqueda espiritual. Hay unos jardines cerca de mi casa, y mañana es lo primero que voy a hacer. No voy a rendirme; estos pequeños rituales reavivan la Fe, y yo necesito seguir creyendo q, como mi padre me dijo una vez: las cosas, primero se sueñan, luego se piensan, y por último, se realizan.

lunes, 24 de octubre de 2011

24 de octubre de 2011


Un día le pregunté a mi madre si creía en las almas gemelas. Me contestó que todas las personas son únicas, en cuerpo y alma. Ella cree en las almas complementarias.

De nuevo, tengo que recurrir al Sr. Coelho para explicármelo. Según él, y según las Tradiciones que conoce, la reencarnación es posible. En alguna de nuestras vidas pasadas, fuimos uno. Cuando esta vida se acabó, nuestro alma se partió en dos, en un hombre y una mujer. Y así sucesivamente. Nuestro destino es encontrar a alguna de nuestras Otras Partes al menos una vez en cada vida. Cuando esto pasa, aunque sólo sea por un instante, es tan intenso que hace que merezca la pena para siempre.

Necesitaría saber mucho más acerca de las antiguas tradiciones para entender si tú formaste parte de mí en algún momento. Hasta hace algunos días, no creía en la reencarnación, pero este tiempo en soledad está suponiendo una búsqueda espiritual para mí muy importante. Deseo saber muchas más cosas, entenderme mucho mejor, pero tengo que aceptar que la mejor manera de entenderse es vivir.

También la Tradición dice que al Gran Amor se le reconoce por el brillo de sus ojos, y aunque pocos lo saben, por una luz que se desprende sobre el hombro izquierdo. Cuando lo leí, me puse como loca a revisar las fotos de ambos buscando ese reflejo. Y entonces lo vi, o creí verlo, porque estás cosas parecen una paranoia cuando dejas el mundo de la magia y vuelves a la realidad. O, quizá, porque no soy tan especial como para poder percibir las señales del destino.

Sea como fuere, parece que mi camino pasa por entender mejor estos mensajes, y no olvidarlos ni postergarlos. De momento, parece que sólo cuando esté resuelta esta etapa, podré irme a Miami. El Universo está conspirando para que sea así.

Con la misma humildad que muchos de sus lectores, doy las gracias al señor que tiene tu nombre en brasileño por enseñarme.

sábado, 22 de octubre de 2011

22 de octubre de 2011


La historia de la borracha y su lazarillo.

El otro día, durante mi viaje, pasamos un día en Aalst, un pueblo de Bélgica. En la plaza del centro había una señora, de unos 45 años, borracha como una cuba. Apenas se tenía en pie, pero trataba de caminar. A pocos metros por delante, la acompañaba su hombre. No iban abrazados, y él no trataba de ayudarla, pero su paso era lo suficientemente lento como para que ella pudiera seguirlo en zigzag.

A veces, sentimos que caminamos solos, pero en algún lugar del planeta existe un lazarillo que nos enseña el camino, y que poco a poco, se va acercando. No creo que tú pienses en guiarme ni remotamente. Pero tampoco me dejas. Hoy has vuelto a escribirme; algo sobre la hermana de una amiga tuya. ¿Crees que puedo prestarle atención a eso en medio de mi propia tormenta? Tú elegiste perderme de vista.

Yo he llevado dos carreras, dos masters, dos trabajos a la vez, y mantengo mi casa. Soy muy capaz de hacer lo que me proponga y estoy orgullosa de mi. Tú me decías que me merezco muchas cosas, que merezco mucho la pena. Aunque, por lo visto, no para ti.

En realidad, lo único que cada persona se merece es alguien que le quiera de igual modo que ella quiere. Sólo así, esa persona se convierte en tu lazarillo pase lo que pase, y donde pase.

21 de octubre de 2011


Acabo de llegar a casa. He pasado una intensa semana viajando por Europa con la que era mi empresa; otro de los amores de mi vida. Las dosis de realidad han merecido la pena.

He pensado en ti varias veces todos los días. Pero esta vez no eran pensamientos buenos. Mas bien se resumen en lo siguiente: algunas personas necesitan pensar que su amor fue especial para poder aferrarse a el y no dejarlo escapar. Yo era una de esas locas, q creen q todo es posible.

Me has dejado sola, me hiciste creer q era la persona más importante para ti, y luego me dejaste pensando que no perdías nada; bueno sí “perdías de estar conmigo…” Eso dijiste, pero como si no fuera relevante. Tu decidiste que yo no merecía la pena, y lo que para ti era algo sin importancia ha sido mi dolor de todos estos días.

Se que alguna vez te rompieron el corazón, y lo superaste sin más. Porque eres una persona práctica, q vive el día a día, y si todo indicaba que no debíamos estar juntos ¿para qué hacer el esfuerzo? ¿para qué contradecir el destino? No te importé.

Mi reacción a este nuevo entendimiento no va a ser ninguna. Tiro la toalla. Me has llamado un par de veces esta semana. Supongo que para pedirme algo, o para contarme que ya has sucumbido a los encantos de alguna mujer. No quiero escucharlo, por lo q no respondí.

Puede que tirar la toalla no sea de los vencedores, puede que sólo sea sucumbir a la otra; pero ahora ya no puedo más. Mi corazón está cerrado, vacío. Seré vulgar, pero si todos se empeñan en que estas cosas se superan, supongo que algún día llegará mi momento de volver a ilusionarme de nuevo. Me da pena del posible hombre que pueda aparecer en mi vida, porque no se va a encontrar una persona fácil, q desee ser amada. Pero es lo que hay. Una reina en jaque mate.

Se que tengo que seguir adelante sin ti; que no me haces ningún bien, ni estos emails tampoco. Quiero que pare. Q todo haya sido un mal sueño, q no volveré a tener. Si mereces o no la pena, será para otra persona. No pudo ser tan real para ti si lo dejaste sin pudor.

Es inútil ser soñador en el amor. El amor te lleva al cielo o al infierno; y esta vez, para mi desgracia, no ha salido bien.

16 de octubre de 2011


Recordé la noche en el parking; aquella en q, por primera vez, te hablé, sin saberlo, de los dos “yo”. Aquel día lo pasé con un nudo en el estómago. Yo, a veces lo describo como un presentimiento, pero ahora sé que no es otra cosa más q miedo. Sientes náuseas porque sabes que ese día vas a reaccionar al miedo; y a la vez sientes más miedo por las consecuencias que puede tener esa reacción. Por eso, yo siempre lo llamaba “mal presentimiento”.

Esa noche te dije q, aunque algo en tu corazón te había llevado a mi, tu habías decidido no escucharlo; pensar que no era el momento y dejarlo pasar. Me habías dado “una patada en culo”, aunque yo te estuviera llegando al alma; y eso me enfadaba y quería que te fueras para siempre. Ahora entiendo que el que actuaba era tu yo racional, sensato, lógico, la cabeza, la ciencia. Pero todos tenemos un yo espiritual, el corazón, el amor. Y este es el más sabio de los dos.

A los tres días, decidiste empezar nuestra historia en serio, y ese día que viniste a buscarme, sólo me dijiste: “No preguntes”. ¿Temías que si preguntaba desapareciera el encanto? O ¿temías que volviera tu otro yo?

A lo mejor, pensar que todas mis creencias son aplicables a ti es una tontería. O, a lo mejor, habías pasado tanto tiempo cultivando tu otro yo, que te olvidaste del yo principal. A lo mejor, cuando me dijiste “me estás cambiando”, llorabas porque te estaba descubriendo a tu olvidado yo principal. No encuentro la respuesta a mis preguntas xq, me dejaste ir con tanta frialdad, q no entiendo que quien conoce su mejor yo, decida rendirse ante el otro.

O a lo mejor, no te has rendido; yo participé en un camino que tú habías iniciado cuando entraste en la beca, y q sólo tú puedes continuar. Son demasiadas expectativas enfocadas en una sola persona. Pero mi corazón me dice q, aunque parezca una paranoica, sí fue así.

Fue real. Nos quisimos, estábamos locos el uno por el otro, nos admirábamos, nos reíamos. La gente puede pensar que tu sólo ibas en busca de aventuras, que querías disfrutar de la vida y de tu libertad. Pero eso sería reconocer que Pablo es sólo el otro. Yo sé que el Pablo que yo conocí, quiere más cosas que eso. Busca su camino hacia las cosas que le hagan sentir extraño, poseído, q toquen su alma, y que parezcan revelaciones, y sólo así estará tranquilo.

De nuevo, quizá me equivoco. Pero una vez dijiste que si supieras q yo no te amaba tanto, podrías haber seguido con la relación sin miedo a herirme. Tenías miedo a no poder corresponder un amor tan grande. Si pienso que, simplemente, no me querías, vuelve a mi la otra yo y me dice que deje de escribirte, que pase página e imagine que acabaré encontrando un hombre bueno con el que pasar mi vida. Pero yo escucho demasiado a mi yo principal, que me dice que no me haga tantas preguntas, q confíe.

15 de octubre de 2011


Las acciones de las personas definen lo que son. Entonces, las tuyas definieron que eras una persona sin sentimientos reales hacia mí, que no me valoró, y que no te importó dejarme atrás en tu camino. Nadie quiere estar con una persona así, que no le de amor.

¡Qué fácil es pensar que no me querías lo suficiente para seguir conmigo! Pero ¡qué simple! El amor es mucho más complicado que eso.

Lo que sí es cierto, es q el amor está hecho de pequeñas elecciones, y yo elijo no pensar como los demás. Todas las personas que tienen una ruptura, o que pierden a alguien, dejan su dolor aparcado en algún lugar al que intentan no ir a visitar nunca. Yo elijo plantarle cara a mi dolor y aprender de él; trasladarlo hacia otras cosas; llenar el vacío que me deja tu ausencia con la pasión por mi trabajo, mi familia, mis amigos, y poner todo mi sentimiento en estas cartas. Hacer de mi dolor algo bello; q pueda volver a leer algún día y q me recuerde q decidí no ser igual que el resto, no olvidar.

De nuevo, te perdono. No te culpo y deseo que sigas tu camino para que aprendas muchas cosas de el y de ti mismo. Sé que me quisiste de verdad, y que no podías no vivir eso conmigo, aunque ambos supiéramos que no era el momento. Necesitábamos vivirlo para que estuviera por siempre en nuestras vidas. Por eso, sé que volverás a contarme tus vivencias algún día, y que yo me volveré a enamorar de ti. Yo te contaré las mías, y a lo mejor, te vuelves a enamorar de mi; y, a lo mejor, esa vez sí es un buen momento.

No significa que lo vaya a esperar, ni tampoco que vaya a estar dispuesta a volver contigo cuando tú quieras; puede que para entonces en mi vida haya entrado otra persona. Sólo significa que voy a hacer todo aquello que me pida mi corazón.

Te perdono y te entiendo porque te amo.

14 de octubre de 2011


Esta mañana estaba leyendo el último libro de Paulo Coelho, dejándome llevar por la magia, cuando un joven apareció bajo mi ventana. Con sus zapatillas desgastadas y una guitarra eléctrica empezó a versionar canciones de rock de épocas pasadas, de una manera acústica. Me emocioné. Otro soñador…

Entonces supe que el Universo lo había mandado allí, para que supiera que estabas conmigo. El amor es uno en tiempo y espacio. Quizá no lo entiendas, pero lo que significa es que es el AHORA lo que nos hace aprender de lo que fuimos y transforma lo que seremos; y mientras yo sienta amor, por mi, por mi vida, por mis seres queridos de ahora y siempre, y por ti, yo sé que puedo seguir adelante.

¿Por qué pienso que ese chico es una señal para volver a ti? Porque esta noche volví a tener el sueño del otro día. El sueño tenía dos partes: la primera, en la que mueres, y la segunda, en la que me encuentro contigo en un túnel de luz blanca y te pido que vuelvas a escribir. El otro día reparé sólo en la primera parte, y quizás por eso lo he vuelto a tener, para que preste atención a la segunda. Lo que conozco de ti me dice que llevas un tiempo no siendo tu mismo; pero también me dice que volverás a serlo. Otro soñador…

Estoy contenta, aunque me hayan retrasado el vuelo, otra vez, hasta el día 27; por algo será. Si no hubiera estado aquí hoy, no hubiera visto nunca este chico. Si no hubiera seguido mi camino cuando decidí hacer el máster, no te hubiera conocido. Y si no te hubiera conocido, no habría sabido yo lo que es amar en tiempo y espacio infinito.

Te he llamado, porque soy impulsiva, y me he topado con un nuevo jarro de agua fría de Pablo. ¿Sólo yo hice ese viaje a través de tus ojos?

13 de octubre de 2011


Esperar-esperanza. Hablábamos en el trabajo, en las clases y, cuando llegábamos a casa seguíamos hablando. Así era todos los días; sólo q cuando te llamaba tu novia, me ponías a la espera. Luego seguías hablando conmigo como si fuera tu mejor confidente. Y yo esperaba; y cuando te ibas con ella y me dejabas de hablar, también esperaba.

Parecía que sólo yo me daba cuenta de lo que estaba surgiendo, pero un día, te pregunté si ibas a venir a tomar unas copas con todos nosotros y me respondiste tajantemente: “Olvídate de mi”.

Eso hice. Te ignoré, pero pronto viniste a buscarme para preguntarme por qué estaba enfadada. No soportabas verme así, ni que alguien te odiara. Me pediste perdón, insististe en que siguiéramos normalmente. Yo sabía que nadie expone su relación por alguien que conoces espontánea y temporalmente. Ya ves, entonces tenía claro que había un final.

A pesar de eso, me sentía humillada y, un día, ya no pude soportarlo más. Por eso te lo pregunté: “¿Tienes claro que no quieres que pase nada entre nosotros?”

Esperaba un “sí”; un renovado “olvídate de mi”; pero dijiste: “No lo se”. Y estonces, yo volví a esperar. Esperé todo el máster a que me quisieras. Pero no creo que te llegases a enamorar de mi nunca.

Cuando terminaste tu relación, seguía esperando. Cuando dijiste que querías estar conmigo, no me lo creía. Tenía dudas sobre si debíamos empezar algo que tenía fecha de caducidad y, te ofrecí tener una relación pasatiempo. Pero tú dijiste: “¡No! ¡Yo quiero estar contigo!”. Y ahí sí me lo creí.

Y ese fue mi mayor error: cambiar la espera por la devoción.

A los pocos meses dijiste: “Ya no quiero estar contigo”. Necesitabas esta experiencia tú sólo, a tu manera. Y eso sí lo entendí. Pero para mí, ya era tarde. No es lo mismo tener una esperanza, que haber tenido a alguien.

Y ahora, me he convertido en una más de esas personas que llamarás de vez en cuando, pero que no necesitas. No entiendo cómo me engañé tanto con esta relación. Cómo podía hacerme tan feliz.

Si alguna vez lees esto, sé que no te va a gustar. Tú sabes que ocurrió así; pero lo cierto es que no te culpo. Las relaciones se desarrollan de forma muy compleja, y no puedo culpar q, en medio de toda confusión, unas veces te dejaras llevar por la cabeza, y otras por el corazón.

Eres buena persona Pablo, por eso te esperé.

12 de octubre de 2011


En las relaciones, cuando todo va demasiado bien, se convierten en una forma de dejar de sentir la pasión que unió dos corazones. Por eso, sin querer nos lo cargamos con actos absurdos que cuestan, en muchos casos, la ruptura de uno de ellos. Supongo que no sólo pasa en las relaciones, es aquella teoría de la autodestrucción de la que alguna vez hablamos. ¿Somos autodestructivos por naturaleza? ¿Necesitamos el drama para sentir que las cosas nos importan?

A estas alturas, no se si es tu caso. A veces, decíamos que nuestra relación nunca sería normal; q no sería una de esas exentas de dificultades más allá de las que puede tener cualquier familia. También decíamos q, si superábamos esto, nos casaríamos. Se me escapa una sonrisa de pensarlo. ¡Cómo hemos cambiado nuestra forma de ver las cosas! Uno exiliado a Roma, otro a Miami, y ¡zas! Si te he visto no me acuerdo….

El tiempo nos tiene que decir muchas cosas. Si es cierto que pensaste mucho sobre tu decisión, entonces supongo que no te dejaste llevar por la aquella teoría, y que, lo que hubiera sido autodestructivo para ti, sería seguir conmigo.

Pues bien, basta de drama. Sigo adelante con mis sueños, aunque aún estés en ellos. Doy gracias por todas las oportunidades que tengo, creo que el Universo está uniendo ciertos puntos en mi vida, aunque otros se queden de lado. Hay una razón para todo; así que confío en que, de una manera u otra, el Universo también se ocupe de esos puntos descolgados.

11 de octubre de 2011


La pérdida de contacto es una realidad. Hago esfuerzos para recordarte lo menos posible al día y, cuando siento que lo consigo, entonces me siento injusta por querer olvidar a quien me hizo tan feliz.

Recuerdo el día en que me enamoré de ti. Llegué del máster a las 22.30 a casa, agotada del trabajo y de las clases, y me sentí que llevaba un tiempo cargando con mucho peso yo sola. Me gustaba estar soltera, la paz que deja el no tener que justificarte con nadie y hacer las cosas a tu manera. Además, no soy de esas que ven en cada hombre a su hombre ideal o, por lo menos, no tengo la suerte de encontrarme hombres tan potencialmente atractivos muy a menudo. En fin, que sin saber muy bien qué necesitaba y, teniendo en cuenta que tu habías estado muy chistoso durante el descanso, te pedí que me contaras algo gracioso. A los 10 segundos, leí tu mensaje: ¿quieres mimitos?.

Fue al poco de conocernos; más bien no nos conocíamos todavía, pero siempre parecías leerme la mente. Ya se que en aquel mensaje no pretendías darme “mimitos”, pero fue el hecho de no tener que explicar lo que necesitaba (como hacen las solteras), y el apoyo que sólo te puede ofrecer una pareja.

Y así es como era nuestra conexión. Me gustaba porque parecía saltarse la fase horrible q hay en toda relación de hablar de uno mismo lo necesario para que el otro pueda llegar, al menos, a la segunda cita.

Después vino el famoso: “Olvídate de mí!”. Pero eso ya es otra historia.

10 de octubre de 2011


Muchas personas son dejadas, al menos, una vez en la vida. Esta es mi primera vez, y parece que todo el mundo conoce el remedio a tan indeseada enfermedad: distancia, pérdida de contacto y tiempo.

Anoche soñé que tenías un accidente de moto…y fallecías. Lloraba en el sueño, y seguía llorando cuando me desperté, y en todo el día paré de llorar.

Hace poco que murió Steve Jobs y cuando vi el video del discurso en la ceremonia de graduación de Stanford (2005), recordé que ya había leído una parte, en tu ya olvidado blog. Se refería a su tercera historia, cuando dice que la conciencia de la muerte es la que hace que todo lo que no es importante a nuestro alrededor desaparezca. Y entonces, no hay razón para no escuchar a tu corazón.

Pero mi corazón ahora es deforme, va desde los pies hasta mi frente, y con cada latido, me tiemblan las rodillas. En mi vida normal, me habría sentido feliz de saber que mi corazón está hablando tan alto. Pero ahora, me siento desgraciada.

Siento pena por no poder controlar lo que siento hacia ti. Sé que si pudiera conformarme con tu amistad, sin esperar nada más, podría seguir hablando contigo cada día, estés donde estés. Te echo mucho de menos y me siento tonta por retirarte la palabra. Nos quejamos del destino cuando nos arrebata a un ser querido.

Perder a alguien y encima haberlo decidido uno mismo. ¿Me arrepentiré? Ya lo hago; pero es la medicina.

Necesito que llegue pronto el día en que no me duela haber entendido que nuestra ruptura es definitiva; que ya no me quieres más, y que no me vas a querer nunca. Y que ese entendimiento venga acompañado de una sonrisa por las cosas que podremos seguir compartiendo.

Te quiero Pablo.

9 de octubre de 2011


2 días sin hablar, y estoy que me subo por las paredes. No importa, tengo que ser fuerte.

Eli dice que esto es como una droga de la que hay que quitarse. Por tanto, no se puede tomar una dosis diaria que me sirva para alimentar mis esperanzas. Ahora se que estoy haciendo lo correcto. Y, aunque me esté muriendo por dentro por saber que estás por ahí, tan contento y sin preguntarte por mi, me tengo que aguantar. Respetar tu decisión. Y, si no estás tan contento y alguna vez echas de menos hablar conmigo, tengo que agradecerte que respetes  mi decisión. Se trata de cerrar heridas q, de seguir alimentándolas, seguirían abiertas.

8 de octubre de 2011


Vas a fiestas y regalas flores a las chicas. Me vuelvo loca de pensarlo. Y así estás, felicísimo y, sobretodo, sin echarme de menos.

Te he pedido que dejemos de hablar. Definitivamente es lo que necesito. Sigo aquí, día tras día, escribiéndote y pensando en ti. Sólo espero que salgas de mi corazón, pronto, por favor. ¿Puedo luchar contra este sentimiento? Siempre he creído en seguir los dictados del corazón; pero esto no vale cuando sólo quiero seguirlos yo. Y eso es porque yo no estoy en tu corazón. Esperar, y no aceptar, es mi gran error. Tú no me quieres. No te gusto. No te gustan mis tonterías, ni mis imprudencias, ni que sea tan intensa y me deje llevar por mis pasiones.

Todo como yo soy, te cae mal; te molesta. Pues lo siento, ¿vale? Siento ser una de esas personas q vibra, que siente, que prefiere arriesgar lo que haga falta para ir detrás de un sueño, o para ir detrás de alguien. Siento ser una soñadora boba que pone todo su corazón en cada nueva ilusión. Siento volverme loca cada vez que pienso que prefieres a otra persona. Y sobretodo, siento que eso no te guste.

He recuperado la razón por la que empecé a escribir estos emails: madurar, desahogarme, y ganar en paciencia para afrontar la nueva situación. Lucho cada día para que todos estos pensamientos sean una realidad y sé, que poco a poco lo iré consiguiendo.

Ya ha pasado un mes, y todavía sigo muy afectada. Diría que estoy fatal, y que sigues siendo mi pensamiento de cada mañana, tarde, noche…y hasta de mis sueños. Pero a ti no te importa. No te importa que dejemos de hablar, o que ya no sepamos nada el uno del otro.

Mi madre dice que siempre encontraremos alguna razón para volver a hablar. Pero ella no sabe que eso sólo lo quiero yo. Q cuando hablo de nuestra relación, le conmueve tanto a la gente que se imaginan que fue realmente especial. Una de esas relaciones de película que todo el mundo desea que terminen bien. Y no es verdad, aquí en la realidad, nuestra relación no ha sido más que una de esas en la que uno pone todo su alma, y sale dañado porque el otro no le corresponde.

¿Hablar o no hablar? ¿seguirte o dejarte? ¿quererte u olvidarte? Yo no puedo decidir por los dos. Me esforzaré simplemente en interpretar las señales de mi camino y seguirlo, por mi. Y tu, si alguna vez te das cuenta de que estoy en tu Leyenda Personal, supongo que ya volverías.

Una última pregunta, teniendo en cuenta que los padres, o al menos los míos,  siempre tienen razón: ¿buscarás alguna razón para volver a hablarme?
No esperaré, aceptaré.

6 de octubre de 2011

Hoy he estado triste. No tengo visado, así que mañana volveré a cancelar mi vuelo del día 11. No se que hacer, tanto tiempo esperando...desespera.

Hoy, cuando me has llamado, no he sido sincera. Sí que me alegro de que todo te esté encantando, y de que tengas tus planes y estés haciendo tus cosas como querías....es precisamente por eso que me he limitado a escucharte y a decirte que estaba feliz xq mañana me iba de compras. Si me conocieras, sabrías que normalmente hago esas cosas cuando me siento un poco deprimida...No es por ti; es por mi.

No espero que te venga la inspiración divina y tengas alguna palabra de consuelo; al fin y al cabo, decidiste que era el momento de preocuparte por ti exclusivamente.

Pero necesitaba entender por qué habías hecho cosas tan maravillosas con otra gente, y conmigo no. Necesitaba saber más de ti; y he hecho algo horrible. Créeme, me cuesta mucho confesarlo. Ahí voy...primero miré en la guía telefónica cuál era tu dirección, de Madrid, ya que tenía tu teléfono fijo de alguna vez...¿recuerdas que en alguna ocasión te he dicho que me hubiera gustado conocer tu mundo, tu casa, ver tu cuarto? Bueno pues....no he llegado a tanto. Sólo he ido hasta tu casa; y he mirado la fachada durante unos minutos; y después he vuelto a casa.

Dios mío...ahora mismo puedes pensar que estoy loca! Q soy una loca obsesionada! De verdad q no se xq lo he hecho. Soy una estúpida impaciente, q se ha preocupado por tí mucho tiempo sin llegar a entenderte de verdad...

Yo te hablo de la espiritualidad, el destino, la Leyenda Personal, las señales, los sueños...y todo eso tú ya lo sabes. Tienes muchos más valores que mucha gente que conozco y te has educado pensando en luchar por lo que querías. Yo sólo me preocupo por tonterías amorosas e intangibles...¿Cómo podría pensar que yo podía aportarte algo?

Lo siento mucho Pablo. Me he vuelto a equivocar contigo.

Al menos he aprendido algo: q sí que habías hecho cosas maravillosas por mí.

5 de octubre de 2011


¿Cómo sigue esta historia? De verdad que me encuentro muy perdida y muy confusa. Quizá algunas relaciones sea imposible definirlas, pero al menos, cuando hay una definición, hay unas reglas que están claras para ambas partes.

Otra vez, me llamaste desde Roma. Querías contarme tus primeras impresiones sobre tu trabajo y tus compañeros….y tus compañeras, y tus nuevas amigas. Aparentemente, no tengo nada que temer; o no tendría nada que temer si fuera tu novia. Y como amiga, me alegro de que te esté gustando lo que ves. Ahora, como "ex", ma che cosa a dici?

Si te contesto como una amiga, tú te alegras y seremos eso que yo no quiero. Pero si decido no contestar, tu te enfadarás y pasarás de mi en todos los sentidos; aunque yo me sentiré más digna. Al fin y al cabo, tu me dejaste; tú me partiste el corazón; y tú eras quien necesitaba hacer demasiadas cosas sólo, en vez de pensar en que éramos dos. Yo no puedo no contestarte; pero quiero que sepas que esto lo hago por tí, xq duela o no, me importas y te quiero seguir entendiendo.

Ahora bien, nosotros tuvimos algo fugaz; que puede triplicarse en "importancia" durante este año separados. En cuanto yo sepa que algo se cuece....sin más, dejaré de entender.

Llámame tonta, pero yo aún sigo pensando que significó mucho como para dejarlo ir. No se cómo comportarme contigo, pero si dejo esto en manos de mi corazón....volveré a llorar seguro.

Me ha encantado tu mensaje de hoy (perfecto, en los términos que a mi me gusta manejar), pero espero que entiendas que yo no voy a tomar la iniciativa de seguir con esto. Si tu lo haces, de alguna manera significa que piensas en mí; y me encanta. Sin embargo, yo no puedo demostrarte que sigo pensando en ti, porque tú quieres estar soltero y sentirte libre. Creo q, ¡bastante tengo con entenderlo!

4 de octubre de 2011


Iba a dejar de escribirte cuando te fueras. Pensaba que ya no tendría nada más que contarte. Pero ya ves, aunque no tenga nada importante que decir, sigo aquí. Me has llamado desde Roma, como prometiste. Dices que estás encantado, y has salido a celebrar tu llegada con unas chicas españolas que andan por allí. Te llaman "el sustituto", pero la gran pregunta es: ¿Será alguna de ellas mi sustituta?.

Yo te deseo que realices tus sueños, que sigas tu Leyenda Personal, como diría Paulo Coelho. Él también decía q, para cada viajero, siempre hay alguna chica por la que merece la pena quedarse en una ciudad. ¿Querrás eso algún día? ¿Me querrás a mí?

Estoy celosa; celosa hasta de tus sábanas, por poder pasar contigo cada noche. Duele Pablo.

3 de octubre de 2011


Pero ¿cuántos tipos de relaciones existen por el mundo? Hay amigos, amigos con derecho a roce, enemigos, amienemigos, novios, novias, conocidos, "follamigos"...y así una larga lista de relaciones entre las cuales las fronteras están difusas; y otras, que simplemente no se pueden definir.

La nuestra ha sido una de esas inclasificable que va de un nivel a otro sin que apenas nos demos cuenta y q, con poca frecuencia, nos hace coincidir a ambos en alguno de estos niveles.

Hoy has vuelto por última vez; para volver a abrazarme y sentirme. Y volver a decirme que soy una de esas pocas personas que consiguen entrar en tu vida y q, quizá, algún día, nos volveremos a encontrar y retomaremos nuestra relación sin nombre. Mutuamente nos hemos deseado felicidad y suerte y, de nuevo, mutuamente nos hemos recordado que nos queríamos y que aún lo seguimos haciendo. 

Si hay tantos tipos de relaciones, ¿puede haber igualmente miles de tipos de rupturas? Tú no quieres dejarme. Me ofreces una ruptura en la que sigo siendo tu mujer de confianza, aquella con la que compartirás en la distancia todas tus emociones. Y respecto a la posibilidad de nuevas personas, sólo dices que no crees que puedas. 

No se que será de nosotros. Lo iremos viendo con el tiempo, pero supongo que si las personas son únicas, y las relaciones son únicas, las rupturas también pueden serlo. 

Y así, con un beso, te has ido.

Te quiero Pablo. 

2 de octubre de 2011


Mirando el colgante que me regalaste, he pensado que, aunque es muy bonito, no es nada yo. La verdad es que fue lo primero que pensé cuando lo vi, pero me quedé con lo bueno del detalle porque estaba centrada en tu sentimiento. No pienses que no me gusta, por favor. Para lo poco detallistas que son los hombres en general, ya es todo un logro que decidieses hacerme un regalo de cumpleaños. Es sólo que, después de todas las llamadas internacionales que te hice cuando estaba fuera, los recuerdos que te traje de mis viajes y lo mucho que pensé en tu regalo de cumpleaños, me he dado cuenta de que, ni siquiera cuando mejor estábamos en la relación,  te esforzabas en buscar un sitio que me pudiese gustar, en sacar dinero del cajero para que yo no tuviera que pagar la cena, o e enseñarme tu mundo. Todo te parecían mis reclamos y, entiéndeme bien, yo sabía de tus límites y creía en el poco a poco, pero no siento que me prestarás la atención que me merecía (en términos de calidad, no de tiempo). ¿Fue precisamente esto lo que te agobió? ¿Lo que te llevó a pensar que en este momento no podías darme más? Estoy casi segura de ello, pero ¿acaso no tenemos la obligación de hacer sentir a nuestra pareja que se merece todo lo mejor del mundo? Me decías que valorase todo el tiempo que me dedicabas, todos los días que te quedabas a dormir conmigo, pero ¿acaso no es precisamente el querer pasar el mayor tiempo posible con una persona, lo que te hace saber que quieres a esa persona? Si para ti era algo que yo tenía que valorar, ¿me querías de verdad?.

Muchos días he pensado que muchos de tus comportamientos no eran los de una persona enamorada. Una vez me dijiste que tú, es que no solías pasar tanto tiempo con tus novias, que solías mantenerlas muy separadas de tus otros amigos, de tu mundo, y que sólo cuando ya había pasado mucho tiempo, los mezclabas. Entonces pensé que quizá yo tenía una concepción un poco rígida de las relaciones; yo simplemente pensaba que como estaba tan orgullosa de ti, quería compartirlo con mis: todos; Quería hacerte especial todos los días. 

Ya no me preocupa; somos personas diferentes y actuamos de manera diferente. Era la capacidad de entendernos lo que hizo que nuestra relación fuera bien. Significa entonces que, cuando me dejaste, ¿decidiste que ya no querías entenderme, que ya no querías que yo te entendiera, y que nos íbamos a hacer daño por centrarnos en otra persona en lugar de centrarnos en nosotros mismos? Si se puede compartir, ¿por qué decidir ser egoísta?

He recordado que hace años leí, en El Alquimista, la historia de Narciso; el que iba todos los días al lago a contemplar su belleza, hasta que un día se ahogó. Cuando le preguntaron al lago por qué sentía la pérdida de Narciso, el lago respondió diciendo que, en los ojos de Narciso, podía contemplar su propia belleza. 

No espero nada a cambio de las cosas que te he dado porque en ellas, yo he puesto lo mejor de mi misma, y me encanta.

1 de octubre de 2011


Yo quiero a mi lado una persona que me considere importante todos los días de su vida. Tu ayer me lo diste todo y hoy, posiblemente piensas: "ayer ya fue suficiente". Sientes que tienes que estar con otra gente y, eso está muy bien, está genial que tengas tantas personas de las que quieras disfrutar y que te quieran, pero nunca entenderás q para mí, tu fuiste importante cada momento, y que yo todo lo quería compartir contigo.

Mi tío Ángel, cuyo nombre no podría ser más acertado, dice que cuando una puerta se cierra, se abre una nueva ventana de, por lo menos, 17 veces el tamaño de la puerta que se cerró. Y él sabe de lo que habla. Yo espero que cuando esa ventana se abra, sepa verla, y valorar que está ahí.

Al principio, tu me decías que esta separación no podía más que aportarnos nuevas experiencias que compartir; fortalecernos. Hoy, yo pienso que si no pudimos con algo que ni siquiera era un problema, sino dos oportunidades, nunca habríamos podido con nada. Puede que hayas sido un valiente, para quien piensa que tomaste la decisión adecuada para los dos, pero para mí, has sido un cobarde, o quizá inmaduro, por no saber reconocer el amor más fiel que podrías encontrar en toda tu vida. Yo te habría seguido, apoyado, compartido; hubiera sido la sombra que Pablo, Pablo buscaba no dejar de ver nunca jamás.

Quizás tú no seas como Pablo, Pablo; quizás seas un Pablo solamente, que se busca a sí mismo. Quiero, de corazón, que todo te vaya bien, y lamento profundamente, que ni en tu cabeza, ni en tu corazón, estuviera este pensamiento: que los problemas entre dos, se dividen; y las alegrías, se multiplican. Yo eso sí lo vi, y lo sentí. Y por eso me duele tanto volver a ser uno. Supongo, que si lo que necesito es amor, podré concentrar este deseo en el concepto de amor que yo quiera, y dejar de focalizarlo en una persona, en ti.

No se si hoy has pensado o no en mí, pero se que si me hubieras considerado relevante, me habrías escrito, llamado, o lo que sea. No todos los días soy alguien en tu vida.

30 de septiembre de 2011


Me he despedido de Marta y de ti. Las dos personas que me habéis robado el corazón en el máster.

Me has dedicado medio día; lo cual es todo un logro en vista de tu apretada agenda. Pero lo mejor es que me has dicho que todavía seguías pensando en mi cada día; que aún era la única. ¿Estarás comiéndome el tarro? No lo se, pero parece un final acertado a nuestra historia. Finalmente me diste el regalo que me habías comprado en Roma; estabas ruborizado; más gracioso. Es un colgante precioso. Lo llevaré conmigo por si me acuerdo de ti....(q tontería ¡cómo voy a olvidarte!).

Me has consolado cuando te he dicho que mi vuelo a Miami se había pospuesto hasta el día 11, y me has contado tus miedos y tus inquietudes respecto a Roma. Siempre te abres conmigo; me coges de la mano por la calle y me pasas el brazo por el hombro..¡cómo si fuera tu chica! No importa. Quieres que me olvide de todo lo malo y que piense que entre nosotros no puede ser por lo que se nos viene; y yo estoy más cómoda con ese pensamiento que con cualquier otro que pueda explicar por qué me dejaste. Has dicho que no era igual a nadie y me has pedido un beso. 

Aunque dices que hablaremos estos días, a mí ya me basta con esto. 

Pablo, Pablo....todavía te quiero muchísimo.

29 de septiembre de 2011


Mi amiga Blanca es un cielo, en todos los sentidos en los que lo puede ser una persona. A veces, pasa mucho tiempo por dos personas, pero cuando se reencuentran es como si no hubieran pasado más de dos horas.
¿Seremos nosotros así dentro de unos años? Bueno, sería un paso, pero quiero pensar que no, que seremos algo más....

Pablo, yo se que no debemos hablar y que tenemos, simplemente, que alejarnos el uno del otro. Pero estos días aquí sin ti se me hacen eternos. Sólo pensar que si no me ves es porque no quieres, y no porque no puedas, me derrumba. Necesito irme ya de aquí y, sin embargo, cuando me han dicho que mi visado no estaba listo y que no me puedo marchar el día 3, eres la primera persona a la que he llamado. ¿Por qué lo hago? No lo hago porque seas mi mejor amigo; lo hago porque, dejando la familia a un lado, eres la persona más importante para mí.

Hoy te he vuelto a entender; te he vuelto a perdonar y me resigno a pensar que fue una mierda que merece la pena olvidar. Ha sido muy intenso, y fantástico. Hoy me he preguntado ¿y si no hubieras puesto en tu CV que hablabas italiano no te habrían mandado a Roma? ¿Y si las experiencias vitales de tu vida vienen condicionadas por una estúpida frase en un papel? ¿Y si esa estúpida frase se ha cargado la relación de tu vida?

Yo creo mucho en el destino; en que las cosas suceden por una razón. Al menos, eso pensé cuando te dieron Roma. Que te habían dado la oportunidad de que pensaras bien las cosas en vez de resignarte. Luego he recordado el maravilloso fin de semana que pasamos en Barcelona y en cómo esperábamos ansiosos esa llamada de tu trabajo que podría abrirte oportunidades distintas de Roma. Cuando llamaron y te dijeron que para tu carrera lo mejor sería Miami...esa noche soñamos juntos que el destino se había puesto de nuestro lado. Pero al final no pudo ser, por ahora.

¿Tú sueñas alguna vez, o sólo lo hacías conmigo? Éramos geniales. Creíamos tanto el uno en el otro.

¡Que pena!; pero has tomado una decisión que a mi no me hace feliz. Se que estás actuando con la cabeza y no con el corazón, ¿pero vale la pena ser así? Mario Benedetti dice que "el mayor error del ser humano es tratar de sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón". 

Pablo, tú aún estás en mi corazón.

28 de septiembre de 2011


En todo el día, no he respondido a tus llamadas. Por mensaje, me has dicho que estabas cenando al lado de mi casa y que querías verme. ¿Por qué quieres verme? Respondí finalmente. No contestaste; y tampoco apareciste.

¿Cuánto daño más puedo soportar? De verdad que me gustaría tener algo optimista y bueno que decir; pero aún no puedo. Sólo espero que pronto llegue el día en que no me pregunte ¿Y hoy qué va a ser?

No puedo más. Mi amiga Eli dice que el tiempo es el que te dice qué personas merecen la pena seguir en tu vida y cuáles no. 

Sólo pido que no duela.

27 de septiembre de 2011


Hoy es mi cumpleaños. No te has acordado. No solo eso, me has mandado un mensaje que decía: "Buenas noches. Un besoo".

¡Increíble! Me he quedado sin palabras cuando me has dicho que pensabas que mi cumpleaños era el día 28 y, no solo eso, también me has dicho que en cualquier caso no ibas a verme porque tenías cena con tus compañeros de trabajo. Y encima te ofendes.....

Me he emborrachado y me he reído de ti. En realidad me reía de lo patética que soy. ¿Cómo he estado tan ciega? ¿Cómo me he enamorado de una persona así? Perdona, esta vez sí: mejor sola que mal acompañada.

¿Cómo he sido tan imbécil? De verdad creía que había sido especial para ti.

Pienso en ser fuerte y no pensar en ti nunca, nunca más. Hay cosas por las que una mujer no debe pasar y, la indiferencia es una de ellas.

Mi madre me ha contado que mi hermano pequeñito ha traído hoy la agenda del colegio con tres días señalados: el día de su cumpleaños, el día de mi cumpleaños, y el día 3 de octubre, el día en que me voy. Él sí que no quiere perderme. Así que no puedo decir que no me sienta querida por la persona más maravillosa del mundo.

26 de septiembre de 2011


Ayer cerré mi mensaje antes de meterme en la cama. Después de eso, recibí un mensaje de la chica con la que tonteaste donde ella, "sin ninguna mala intención", me viene a decir que sentía no haberte parado los pies antes de agosto, a pesar de que sabía q estábamos juntos. ¿Se puede hacer más daño a alguien? Ya estas viendo mi evolución en esta ruptura. Todo lo bueno que ha pasado entre nosotros eclipsa de alguna manera lo malo pero, ¿entonces por qué ella insiste en esa relación paralela? ¿Y por qué tú me reconoces unas cosas y me dices que otras son mentira? 

Mi conclusión sobre esto es que mientras los dos decidís quién es más cabrón y quién dice la verdad, os estáis olvidando de algo, que hay una persona que está sufriendo con todo esto: YO.

Con esta chica, cierro el contacto (no se cómo de buenas o malas eran sus intenciones; sólo sé que para que ella se quede a gusto, yo me tengo que comer su mierda). Contigo Pablo, supongo que lo más lógico es dejar de esforzarme en poner un final que honre suficientemente a la relación que hemos tenido (o que yo creía haber tenido), y que te deje por imposible. Lo que has hecho, en cualquiera de sus variaciones y de sus intensidades, es una cerdada. Y lo peor, es que se lo has hecho a la que era tu amiga, tu confidente, tu apoyo, y tu novia en ese momento. 

Hemos tenido problemas en nuestra relación, disputas ocasionadas por la futura separación que caían de diferente forma en nuestros corazones; pero dejar así esto....es lo más lamentable que se me ocurre. Y no puedo hacer nada.

Deseo muchísimo creerte y poder pensar que los tonteos eran imaginaciones de esta chica, pero lo cierto es que tú los provocaste. Igual que provocaste nuestros "primeros voleteos". Haces lo mismo con cualquiera. Estás haciendo daño a muchas personas; quiero pensar que si había algo de verdad en lo que vi, te darás cuenta a tiempo e intentarás reparar el daño. Si no lo haces....allá tú con tu vida.

No tengo muchas ganas de escuchar tus explicaciones y sin embargo, me llamas desde Roma porque sientes que el paisaje es tan bonito que querrías compartirlo conmigo...¿Pero te oyes? ¿Qué sentido tiene esto ahora? Y sin embargo, lo necesito. Necesito que me sigas demostrando que fue especial, que no me lo inventé. ¿Cómo estar segura ya de tus palabras? Ni idea. 

Sólo sé que el roce hace el cariño, y la distancia lo separa. Así que, me siento afortunada de poder poner un océano por medio dentro de una semana.

25 de septiembre de 2011


¿Por qué las películas románticas nunca enseñan cómo se siente ella hasta que él decide que se ha equivocado y vuelve a buscarla organizando todo un evento en Time's Square, si cabe, para decirla todo lo que ella necesita oír? Las relaciones no son perfectas nunca; siempre existen cosas buenas y malas, pero hasta que deciden que necesitan estar juntos ¿qué hay que hacer?

Yo tengo muchos altos y bajos. No paro de llorar, de beber, de salir de fiesta...pero en realidad, en la soledad de mi casa, sólo puedo preguntarme ¿por qué es tan cruel el destino? ¿Cómo puedo emocionarme con todo lo que viene, por mucho que lo deseara en algún momento, cuando estoy tan deshecha? ¿Me pondré un muro y seguiré hacia delante o seré incapaz de volver a sentir lo que siento por ti?

Ayer me dijiste que aún me querías, q no quieres que piense lo contrario, y que para ti fue muy duro tomar esta decisión porque cortabas con tu apoyo. ¿Será que no valgo la pena como apoyo?¿Cuál es la razón de que necesites el apoyo de alguien y no lo quieras?

Hoy no hemos hablado nada. Supongo que tengo que acostumbrarme a esta rutina, pero es tan difícil. Tengo que entender que por mucho que me duela el corazón, a ti eso no te pasa.

Ayer Marta me decía que lo nuestro ha sido tan intenso y tan no resuelto que tiene que haber una segunda parte. Le contesté que las segundas partes nunca fueron buenas. Y lo que en verdad estaba diciendo es que me costaría tanto perdonarte, creerte de nuevo, que no creo que nunca vaya a pasar. Y lo que en verdad estaba sintiendo es que necesito creer que esa segunda parte vaya a existir.

Creo que siempre estarás en mi vida.

24 de septiembre de 2011

Si quieres algo, déjalo libre, y si vuelve a ti es que es tuyo. 

Hemos vivido muchas cosas buenas y también algunas malas. No se que pasará cuando estemos definitivamente separados, pero ahora nos toca correr ese riesgo. Hoy estás en Roma preparando tus cosas hasta tu instalación definitiva. Me has llamado un par de veces, y me has dicho que me mantendrías informada de todo. La verdad es que no tienes ninguna obligación de hacer eso; así que imagino que lo haces, simplemente, porque quieres.

¿Pensarás en mi cuando estés allí? ¿Me necesitarás o te darás cuenta de que he sido sólo una chica maja que pasó por tu vida unos meses? Pero sobretodo, ¿te echaré de menos yo o habrás sido una de esas personas que recuerdas con afecto pero con la que ya no tienes cosas en común? Quiero creer que ambos nos daremos cuenta de cosas verdaderamente serias en este viaje, y que nos reuniremos y volveremos a sentir la chispa que nos unió. Sin embargo, las cosas diarias, las relaciones que surgen, y las experiencias vividas de diferente forma, enturbian mucho los sentidos y seguramente necesitemos una de esas "patadas del destino" que te recuerdan todo lo que un día viviste.

Han sido varias veces las que me has dicho que volverías a por mi, q no me olvidarás y q, algún día, me compensarás por toda esta etapa opaca de tu vida q me ha tocado compartir contigo. No se si lo harás. No se si quiera si querrás verme el día de mi cumpleaños, ni si me despediré de ti el día que me vaya. Aunque la verdad, es que no depende de mi. Esta claro que yo he hecho todo lo que podía para marcarte como persona, conocerte y ayudarte. ¿Algún día pasaré a ser una de tus prioridades? Quien sabe...de momento me quedo con una frase de la película Almost Famous q dice:

"Don't take things seriously, 'cause if you never take it seriously, you never get hurt; and if you never get hurt, you always have fun; and if you ever feel lonely...." Si nos sentimos solos, nos quedará la música; aquellas canciones que compartíamos tirados en el sofá de mi casa y que tu me cantabas.

23 de septiembre de 2011


“Me estas cambiando”...Eso es lo que me has dicho mientras llorabas por todo el daño que nos hemos hecho.

Has venido a verme, no se si muy seguro de que era lo que querías..pero al menos hemos pasado un par de horas recuperando aquello que perdimos. Todo ha sido tan parecido a cuando estábamos juntos....
¿Por qué tiene que perderse cuando ambos sabemos que nos hace felices?

Te he perdonado y he visto al Pablo que me enamoró; pero esta vez no he pensado que me querías. No se qué pensar. Siento que me necesitas pero, a la vez, me echas de tu lado. Te he dado lo que iba a ser tu regalo de cumpleaños y te has emocionado mucho. Tu libro de la infancia: "Pablo, Pablo en busca del sol". Es precioso; me resulta metafórico de las relaciones de pareja: un niño que busca el sol para nunca dejar de ver su sombra, que es alguien de quien no puede prescindir. 

No se qué se le dice a una persona que no puede amar porque está temblando consigo mismo. Supongo que lo mejor es dejarte en paz.

No se a dónde me va a conducir a mi todo esto, y no estoy segura de poder seguir queriéndote; ni de si lo que vi en ti era real o mi ficción. Ya me supone mucho todos los días que te has permitido verme mal y no reaccionar. Incluso hoy…te has ido sin más. No es que quisiera que te quedaras, pero quería que no me dejaras.

Yo no quiero cambiar a nadie; pero se que estás un poco perdido y quería ayudarte. No creo que ya pueda hacer más. Estoy tranquila y en paz conmigo misma.

Si alguna vez piensas en mi; solo actúa.

Me ha gustado la música que me has enseñado hoy. Muy especial el video de Anouk- For Bitter or worse. Estas son las cosas que nosotros hacíamos...compartíamos.

Me despido con la dedicatoria del libro:  "Para que nunca olvides tu pasado y tu futuro brille tanto como el sol. Espero que encuentres lo que buscas".

22 de septiembre de 2011


Hoy es la ansiada fiesta de fin de máster. No quiero ir. No puedo verte ni un segundo. Mis amigos vendrán luego a tomar unas copas conmigo.

Sabía que este día sería incómodo, pero no tenía ni idea de que tu y yo íbamos a acabar tan mal. No existe consuelo; sólo tengo que acostumbrarme a la idea de que nunca me buscarás. No harás nada por mí distinto de tirar la toalla. Has sido un cobarde; un despreciable cretino que no sólo dejó de quererme, sino que también traicionó nuestro concepto de confianza como base de nuestra relación. En el punto que sea que tuviéramos o que tengamos. Te lo has cargado todo. ¿Por qué tiene que ser tan complicado? ¿No podíamos los dos haber entendido el momento y haber dejado la relación en “stand by” para un momento posterior o quizás para nunca? No, tenías que tirarlo todo por la borda.

¿Podré vivir con tanto desprecio? ¿Debo mantener viva la esperanza de que todo va a cambiar? ¿De que vas a luchar por recuperar esta amistad?

Hoy por hoy, no lo creo.

Al final fui a la fiesta y te vi; como si nada...NO esperaba menos....

Eres una persona horrible.

21 de septiembre de 2011


Este tren ya ha pasado...esas han sido mis ultimas palabras después de una larga discusión tras descubrir que, efectivamente, mientras estábamos juntos, tonteaste a lo bestia con otra persona.

La falta de respeto y de confianza a lo que era nuestra conexión es total. Me pides q te perdone y me dices que lo q vivimos fue cierto....¡q tontería!. Con el tiempo todo pasa, igual q pasará el odio que siento hacia ti. Dentro de unos meses no serás ni indiferencia.

Has sido un completo cabrón conmigo. Lo noté en cuanto te vi hoy. Después de lo del lunes, hoy tu mirada sí me decía que estabas seguro de tu decisión. Seguro de que no te importe que este tren pase. Lo siento, te has quedado sin él por tu egoísmo, tu orgullo y tu mal hacer. Ojala un día te des cuenta de lo que has perdido.

No quiero volver a hablar contigo, no quiero verte, ni saber de ti. Quiero que me dejes; que te enteres de una vez que no se puede jugar con alguien como tú lo hiciste conmigo.

Me has hecho mucho más daño del que podía imaginar...y eso que creía que ya era dañino enfrentarme a un "Ya no te quiero". Crees que has sido sincero, honrado y bueno...Y la respuesta es NO. HAS SIDO UN CAPULLO MÁS, MEDIOCRE Y SIN SENTIMIENTOS. Supongo que te pesará en la conciencia...pero ya no me importa. No quiero entenderte más. Dan igual tus necesidades; sólo importan las mías y lo que yo quiero para mi vida. Y de momento, lo que más quiero es alejarme de ti hasta el infinito. Que nunca más puedas abrazarme ni volver a hacerme daño de una manera tan sucia.

20 de septiembre de 2011


Hola Pablo,

Parece que estamos bien. Hoy me has llamado 5 veces, y hemos hablado como cuando los dos hacíamos el master. Nada de parejas, nada complicado, sólo tú y yo compartiendo nuestro trabajo.

Pues será verdad q puedo decir q estoy bien contigo así, pero no se...no se si nosotros no aguantamos porque no nos queríamos lo suficiente, o porque nos queríamos demasiado. En cualquier caso, me alegro de que hayamos encontrado algún punto de normalidad. Como ya no espero nada, pues tampoco me emociono por nada...pero supongo que eso es lo que tú querías. Es cordial; no especial. Me gustaba más cuando vibraba por verte, pero así, lo cierto es que no sufro.

No se si te veré mañana, pasado, en mi cumpleaños...ya da igual. Tu quieres este tipo de relación, aunque mi llama se vaya apagando poco a poco. Supongo que cuando esté en Miami me dará igual el tipo de relación que tengamos, porque no pienso parar mi vida porque tú no me ames. Es más feo, pero es lo q hay.

Aunque estoy cómoda, aún hay algo q me mosquea, ¿por qué siempre eres tú quien dirige la relación? ¿es q no temes perderme? Tal y como me hablas parece q recurres mucho a mí, pero ¿por qué? ¿no era que preferías apañártelas tu solito?

No se Pablo..ni tanto, ni tan calvo...

Pero no temas, todavía

Te quiero.