sábado, 22 de octubre de 2011

12 de octubre de 2011


En las relaciones, cuando todo va demasiado bien, se convierten en una forma de dejar de sentir la pasión que unió dos corazones. Por eso, sin querer nos lo cargamos con actos absurdos que cuestan, en muchos casos, la ruptura de uno de ellos. Supongo que no sólo pasa en las relaciones, es aquella teoría de la autodestrucción de la que alguna vez hablamos. ¿Somos autodestructivos por naturaleza? ¿Necesitamos el drama para sentir que las cosas nos importan?

A estas alturas, no se si es tu caso. A veces, decíamos que nuestra relación nunca sería normal; q no sería una de esas exentas de dificultades más allá de las que puede tener cualquier familia. También decíamos q, si superábamos esto, nos casaríamos. Se me escapa una sonrisa de pensarlo. ¡Cómo hemos cambiado nuestra forma de ver las cosas! Uno exiliado a Roma, otro a Miami, y ¡zas! Si te he visto no me acuerdo….

El tiempo nos tiene que decir muchas cosas. Si es cierto que pensaste mucho sobre tu decisión, entonces supongo que no te dejaste llevar por la aquella teoría, y que, lo que hubiera sido autodestructivo para ti, sería seguir conmigo.

Pues bien, basta de drama. Sigo adelante con mis sueños, aunque aún estés en ellos. Doy gracias por todas las oportunidades que tengo, creo que el Universo está uniendo ciertos puntos en mi vida, aunque otros se queden de lado. Hay una razón para todo; así que confío en que, de una manera u otra, el Universo también se ocupe de esos puntos descolgados.

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