sábado, 22 de octubre de 2011

30 de septiembre de 2011


Me he despedido de Marta y de ti. Las dos personas que me habéis robado el corazón en el máster.

Me has dedicado medio día; lo cual es todo un logro en vista de tu apretada agenda. Pero lo mejor es que me has dicho que todavía seguías pensando en mi cada día; que aún era la única. ¿Estarás comiéndome el tarro? No lo se, pero parece un final acertado a nuestra historia. Finalmente me diste el regalo que me habías comprado en Roma; estabas ruborizado; más gracioso. Es un colgante precioso. Lo llevaré conmigo por si me acuerdo de ti....(q tontería ¡cómo voy a olvidarte!).

Me has consolado cuando te he dicho que mi vuelo a Miami se había pospuesto hasta el día 11, y me has contado tus miedos y tus inquietudes respecto a Roma. Siempre te abres conmigo; me coges de la mano por la calle y me pasas el brazo por el hombro..¡cómo si fuera tu chica! No importa. Quieres que me olvide de todo lo malo y que piense que entre nosotros no puede ser por lo que se nos viene; y yo estoy más cómoda con ese pensamiento que con cualquier otro que pueda explicar por qué me dejaste. Has dicho que no era igual a nadie y me has pedido un beso. 

Aunque dices que hablaremos estos días, a mí ya me basta con esto. 

Pablo, Pablo....todavía te quiero muchísimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario