sábado, 22 de octubre de 2011

28 de septiembre de 2011


En todo el día, no he respondido a tus llamadas. Por mensaje, me has dicho que estabas cenando al lado de mi casa y que querías verme. ¿Por qué quieres verme? Respondí finalmente. No contestaste; y tampoco apareciste.

¿Cuánto daño más puedo soportar? De verdad que me gustaría tener algo optimista y bueno que decir; pero aún no puedo. Sólo espero que pronto llegue el día en que no me pregunte ¿Y hoy qué va a ser?

No puedo más. Mi amiga Eli dice que el tiempo es el que te dice qué personas merecen la pena seguir en tu vida y cuáles no. 

Sólo pido que no duela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario