sábado, 22 de octubre de 2011

29 de septiembre de 2011


Mi amiga Blanca es un cielo, en todos los sentidos en los que lo puede ser una persona. A veces, pasa mucho tiempo por dos personas, pero cuando se reencuentran es como si no hubieran pasado más de dos horas.
¿Seremos nosotros así dentro de unos años? Bueno, sería un paso, pero quiero pensar que no, que seremos algo más....

Pablo, yo se que no debemos hablar y que tenemos, simplemente, que alejarnos el uno del otro. Pero estos días aquí sin ti se me hacen eternos. Sólo pensar que si no me ves es porque no quieres, y no porque no puedas, me derrumba. Necesito irme ya de aquí y, sin embargo, cuando me han dicho que mi visado no estaba listo y que no me puedo marchar el día 3, eres la primera persona a la que he llamado. ¿Por qué lo hago? No lo hago porque seas mi mejor amigo; lo hago porque, dejando la familia a un lado, eres la persona más importante para mí.

Hoy te he vuelto a entender; te he vuelto a perdonar y me resigno a pensar que fue una mierda que merece la pena olvidar. Ha sido muy intenso, y fantástico. Hoy me he preguntado ¿y si no hubieras puesto en tu CV que hablabas italiano no te habrían mandado a Roma? ¿Y si las experiencias vitales de tu vida vienen condicionadas por una estúpida frase en un papel? ¿Y si esa estúpida frase se ha cargado la relación de tu vida?

Yo creo mucho en el destino; en que las cosas suceden por una razón. Al menos, eso pensé cuando te dieron Roma. Que te habían dado la oportunidad de que pensaras bien las cosas en vez de resignarte. Luego he recordado el maravilloso fin de semana que pasamos en Barcelona y en cómo esperábamos ansiosos esa llamada de tu trabajo que podría abrirte oportunidades distintas de Roma. Cuando llamaron y te dijeron que para tu carrera lo mejor sería Miami...esa noche soñamos juntos que el destino se había puesto de nuestro lado. Pero al final no pudo ser, por ahora.

¿Tú sueñas alguna vez, o sólo lo hacías conmigo? Éramos geniales. Creíamos tanto el uno en el otro.

¡Que pena!; pero has tomado una decisión que a mi no me hace feliz. Se que estás actuando con la cabeza y no con el corazón, ¿pero vale la pena ser así? Mario Benedetti dice que "el mayor error del ser humano es tratar de sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón". 

Pablo, tú aún estás en mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario